Nick Cave en Donostia: Un concierto…vuestro

Con cierto criterio y una pereza brutal para escribir sobre la cita, abro la puerta para quien quiera escriba su crónica del concierto de ayer del reverendo Nick Cave en el Polideportivo de Donostia. Puede ser un comentario en plan twitter o 6 párrafos. Lo que queráis.

Pegadlo en los comentarios de este post y yo los voy subiendo.

Suscribo todo lo escrito sobre Nick Cave, pero especialmente me siento identificada con lo que dice Jon. Está perfectamente descrito lo vivido allí. Lo de los teloneros era totalmente surrealista. Desde el vestuario, a la formación pasando por el sonido, que parecía que estábamos en la sala de espera del dentista…
Mención aparte el caos que había en la barra. Y el no poder pasar a la pista más que por la puerta principal. ¿Por qué estaba cerrada la entrada de atrás, la que da detrás de la mesa de sonido? Que alguien me resuelva el enigma, por favor. Con lo bien que se escucha un concierto desde esa posición…

Cruz

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Nick Cave junto a los Bad Sedes en el Polideportivo de Anoeta …. daba un poco de miedito pensar como podía sonar ese recinto, pero bueno, al final no estuvo tan mal. Eso sí, lo que fue ridículo fue el sonido que les dejaron a los teloneros, no se les escuchaba prácticamente nada, eso en el poco tiempo que les vi, porque el resto de su actuación me la pasé en la barra intentando pedir algo para beber … cinco camareros tras una mini barra .. para dos mil personas … en fin …

El concierto empezó brutal, con “Night of the lotus eaters” y Nick Cave dando saltos y gesticulando como un mono de feria, tras ella, alguna más del nuevo disco, y enseguida “Deanna”, “Tupelo” y “Red right hand”, esta última con un parón que cortó un poco el rollo la verdad.

Así fueron tirando de temas de “Dig lazarus dig”, y poco a poco incorporaban clásicos como “Your funeral my trial” (uno de los mejores temas de la noche), “Stagger Lee”, o temas más intimistas que personalmente creo que no les venía nada bien este nuevo enfoque de directo más macarra. “The ship song” sonó floja, lo mismo que “I let love in”, y destrozaron “Straight to you” parándola hasta dos o tres veces porque no acababa de sonar como dios manda, joder, ni que no la hubiesen tocado antes mil veces …

Para los bises Cave se dejó la camisa en el camerino y salió a escena con una camiseta de Grinderman. Yo la verdad es que pensaba que igual se animaba a tocar algo solo al piano, pero que va, dos tandas de bises, y acabaron con una impresionante versión de Johnny Cash con Ellis (que miedo de tío!) y Harvey secundándole a los coros.

Sensación un poco agridulce, por una parte Cave es un showman de la leche, y merece la pena aprovechar la ocasión de verle en directo, por otra parte, el setlist … un poco flojo para mi gusto, y encima en algunas de las “clásicas” que tocaron no estuvieron muy acertados.

moonpalacerecords

Pocas veces he notado de forma tan clara la distancia entre lo que algo significa para mí y lo que finalmente es. El concierto de Nick Cave fue como un libro excelente plasmado en una película gris, un concierto absolutamente mediatizado por unas condiciones quizá aceptables lustros atrás, pero anacrónicas a día de hoy. Hablo sobre todo del sonido castrante que nos privó del caos ruidista de Warren Elis, del tacto de Mick Harvey y que sólo nos dejó disfrutar con nitidez la voz (imponente) de Nick Cave y las percusiones.

 

En mi cabeza los Bad Seeds siempre han sido un grupo oscuro y peligroso, de sala, de estómago y matices. Sobre todo de matices. Y la mejor forma de plasmar éstos era un sitio con la acústica de un Kursaal. Así que ahí radica el origen de toda esta decepción. Hace 15 años el Polideportivo podía ser un lugar habitual de conciertos, pero es inaceptable que lo siga siendo hoy en día, sobre todo disponiendo en la ciudad de uno de los recintos con mejor acústica de España (pregúntenle a Lou Reed).

Tampoco era Nick Cave, en mi imaginación, un frontman populista, alguien que buscase el woo woo del público. Desde luego que lo prefería introvertido.

Así que, en conclusión, sólo pude disfrutar plenamente de 5 o 6 canciones, aquellas que más o menos pudieron amoldarse a la acústica del recinto. El resto fue un visto y no visto, con algunos momentos especialmente incómodos, y otros muy inspirados. ¿Toca cargarse a Nick Cave? Eso parece, leyendo cierta parte de la crítica general. Y me gustaría defenderle a capa y espada, pero las condiciones del concierto de ayer son indefendibles. Una lástima.

 

Marlon Brandy

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Será por que me las prometía felices, será por el bombo que le habían dado, será porque todo Cristo me había hablado maravillas de El, será por el sitio que no era el más adecuado, será por el sonido lata típico del polideportivo, por lo que sea… pero salí del concierto de Nick Cave tal y como había entrado, sin que me hubiese dejado la más mínima huella de emoción y si Nick Cave no te deja huella es que algo falla.
Me pareció un concierto bastante irregular, a ratos pelín aburrido (hasta me ofrecí a ir a por las cervezas…), pero que, también hay que reconocerlo, fue de menos a más. Irregular sobre todo en el repertorio, el contraste era grande entre los grandes clásicos (“Red right hand”, “Tupelo”, “Deanna”, “Stagger Lee”…) y las canciones del último disco, agradables para oír en casa o en el bar, pero que en directo suenas ramplonas y sin fuerza, incluso “Dig Lazarus dig!!”.
¿Cave? Bien, gracias. Pero sin pasarse. Diría que estuvo bastante contenido (sí, los años) y tuvo algun resbalón serio (en “Straight to you” tuvo que parar dos veces y volver a comenzar, hasta que acertó con la afinación). La banda (seis músicos, incluidos dos baterías) estuvo correcta, estática a más no poder, pero eché en falta más ruido, más intensidad, esa que nos ofrecieron al final del concierto, pero sólo fue una ráfaga. Cuando el ambiente se estaba calentando (o yo espabilando) se acabó.
Me llamó la atención que en la mayor parte del concierto las luces colocadas entre el público estuvieron encendidas, con lo que podías ver a todos los que tenías alrededor. Tanta luz para una música tan oscura. No creo que eso ayudase mucho a que la gente se metiese en el concierto, no en mi caso por lo menos.
Fue un acto social, estaba todo kiski, músicos de todos los pelajes, popis y rockers, y hasta concejalas… Era el concierto que no había que perderse. Ahora ya podemos decir que hemos visto a Nick Cave.»

Jon

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4 comentarios en «Nick Cave en Donostia: Un concierto…vuestro»

  1. a mi lo que mas me gusto es que parase y mandase callar a su banda 3 veces durante el concierto… eso sólo se lo he visto hacer con tanto estilo a raphael en el concierto que dio en el Kursaal hace un par de años…

    Grande!

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