La música mató al joven

Así lo titularon varios diarios ingleses: ”La música mató al joven”. Lejos del sensacionalismo que suele inundar los principales medios de comunicación, este caso tenía más de realidad que de ficción.

A mediados del pasado mes de septiembre el joven de 19 años Tom Reid, pasó la noche con sus amigos en un club de Londres. La música estaba terriblemente alta. Según lo que el propio Reid le dijo a sus amigos (y ellos más tarde a los medios de comunicación), al principio le resultó tonificante la vibración que en su cuerpo le producía ese volumen abusivo. Luego fue excitante. Y al final peligroso.

Creo que los (sonidos de) bajo me están afectando. Me estoy sintiendo mal. El corazón me va a mil por hora”. Es demasiado fácil pensar que los síntomas de este joven podían provenir de otros aspectos nocturnos. Pero en los análisis posteriores no hubo trazas de drogas ni de alcohol. Es más. La autopsia posterior dejó claro que fue la música (el tipo y el volumen) ela que creó la arritmia de Reid que más tarde acabaría, desgraciadamente, en la muerte del chaval británico.

No conviene lanzar las alarmas. Pero aunque parece una exageración, demuestra que las consecuencias que la música – o los sonidos- puede crear en nuestros cuerpos pueden ser más graves de lo que imaginamos.

Se ha demostrado científicamente que el sonido puede ser un efectivo instrumento para acabar con la vida de un ser humano. La energía acústica puede crear un sonido que puede colarse por las ranuras del cuerpo (no solo los oídos) y, a una temperatura determinada, licuar/destrozar nuestros órganos internos.

Y aunque la historia parezca empujarnos una y otra vez hacia los relatos de ficción, no podemos olvidar que en muchos conflictos actuales se utilizan armas acústicas –paradójicamente, unos aparatos que no dejan marcas externas-, y que a diario se emplea el sonido, y más concretamente la música, para atacar sicológicamente (¿someter?) a las personas. Y quienes sufren eso también tienen oídos. No solo sordos, sino también mudos.

[Libre castellanización del texto de Xabier Erkizia publicado en Berria]

14 comentarios en «La música mató al joven»

  1. No lo detalla, pero la fiesta se llamaba Night Of Mayhem, y era en Koko, y estaba muy cerca del bafle.

  2. vaya, según otros la party era para los recién llegados a la uni y se llamaba (sic) The First Day of the Rest Of Your Life.

  3. siempre pensé que el ejercito americano tiraba de discografía de Bisbal cuando quería interrogar a algún sospechoso…

Los comentarios están cerrados.