Un pececillo (más) en el Golfo de México.

Autor: El humilde fotero del pánico

Interesante sorpresa la del domingo pasado en el Psilochachi de Hondarribia, con la actuación del grupo Ola Podrida.

Tras ese nombre tan chungo no se escondía la enésima representación del hardcore de barrio cercano, sino un grupo de Texas que nos había convencido, y mucho, a lo largo de la semana.

Su último disco, «Belly of The Lion» era una cosa bien bonita. Un folk pop tranquilito que tiraba para Band Of  Horses o Iron & Wine – por nombrar dos-, abusando de la reverb de buena gana y creando mucho vapor en los ambientes. Lástima que el vapor desapareciera a los pocos acordes.

El cuarteto norteamericano empezo muy titubeante y descanchado, allá donde debe cimentarse la velada. La voz del cantante (un Tim Allen con guitarra y ukelele) flaqueaba en exceso, y sus golpeos no le iban a la zaga. El bajista se contagió de la fiesta, y las primeras 5 canciones fueron un «lasai, ya voy yo a pedir a la barra» en toda regla.

Las canciones estaban demasiado calcadas para mi gusto: tranquilidad- subidón -corte final. Y se echaban de menos variaciones que les permitirían alcanzar la gloria, como los juegos vocales que por ejemplo Grand Archives bordan sobre un escenario. Igual esa fue nuestra culpa. Querer ver una nueva sorpresa en directo como la del cuarteto del ex Band Of Horses. Y por eso nos salió rana.

En el lado positivo , la aportación del guitarrista eléctrico y el batería, intachables. Y la mejora constante en la ejecución -y la afinación vocal, y la ingesta de birras-, que alcanzó cotas realmente aplaudibles de verás en la zona final. Los mayores aplausos se fueron con temas del nuevo disco, y una belleza parsimoniosa de su debut. Pero supo a poco. Bastante poco.

No estuvo mal como plan de domingo. Y si vienen otros parecidos a estos, que a nadie se le olvide avisarme. Pero, como dijo «El sabio de la calle larramendi»: En EEUU le pegas una patada a una piedra y salen 46 grupos como este. Nos pondremos de nuevo el disco para ir recuperando las buenas sensaciones.

10 comentarios en «Un pececillo (más) en el Golfo de México.»

  1. Esencialmente de acuerdo en lo que escribe vuestra merced. En disco suena bastaaaante mejor. Quizá por eso nuestras expectativas se vieron algo defraudadas. Por eso y porque se echó en falta más cañita brava -de la eléctrica, no de la alcohólica-.
    Pero de todos modos tengo la sensación de que me gustó más que a usted… La rúbrica final con lacón, pulpiño y churrasco fue el mejor bis…

  2. Se agradece poder leer criticas de estos conciertos cúando es imposible asistir por ser domingo.
    La verdad soy de los que prefiere concierto el sábado noche y partido de La Real el domingo a las 12.00h; porque eso de jugar el lunes a las 21.00h no se nos da nada bien. Mejor a las 12.00 del domingo televisado por el Plus y que cada uno elija si desea verlo por TV o acudir con los feligreses a Anoeta 🙂

  3. Me gustó más el bajo que el banjo. Yo disfruté mucho del concierto, con todos sus peros incluidos. Sin ánimo de agitar a las masas -que comentan por aquí muy de vez en cuando-, me parecieron un buen ejemplo de cómo la sencillez y la emoción pueden sublimar más que la técnica adquirida tras 20 años chupando carretera y la perseverancia profesional.
    Porsilas, dancin’ kid es el nuevol nick de kid a. (ya llegó la primavera al loveof74)

  4. de acuerdo con que las mejores canciones fueron las del ukelele.
    en general me parecio muy agradable y cortito, no??
    Me quedo con el pulpo..

  5. Aunque tenía las expectativas muy altas debido a mi «obsesión» con el primer disco, a mi el concierto me gustó bastante.

    Es verdad que faltó algo de «vidilla», pero el público también estuvo más bien frío ¿no?(excepto el Fotero, no había gente en la primera fila del escenario).

    Lo de que fue corto… es verdad, pero bueno, eran 5 euros y no estaba dentro de Gaztemaniak, así que no se si será «razonable»…

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