Primavera Club 2010: Madrid, Madrid, Madrid…

Decía uno de los capos de Birra Y Perdiz que el Primavera Club se ha convertido en un sitio al que se va como signo de confianza, importando poco los grupos que toquen. No es idea nueva, pero es una idea real.

Uno se calza la pulserita (y le reconocen como autor de este blog en la zona de acreditaciones 😀 ) y comienza a andar, gastar su bono-metro o su pasta en taxis -dicen que siempre hay tantos libres  por la crisis- paseándose de una sala a otra, parando a vivir el fantástico way of life madrileño de cañas con tapa incorporada y conociendo gente nueva e interesante entre el público a cada bolo.

Puede que todo eso junto sea en el fondo lo que suma a la hora de analizar el festival. Pero en teoría lo que nos ha unido – y a veces ha separado el hombre, pagando una ronda- son los grupos. Y este año no se recordará como histórico en el Primavera Club. Aplaudiendo la propuesta y selección ante todo, decir que ha habido cosas muy chulas, momentos muy emocionantes. Pero también mucho presente hueco y futuro finito. La única pena, que decía La Buena Vida, es que hemos visto bastante de eso último.

Pero bueno, think positive. La medalla de oro a la sorpresa fue para Rubik, un grupazo (en miembros, musicalidades y energías) finlandés, herencia pura de Of Montreal, Guided By Voices  y la libertad de Elephant 6. Fue tan bueno que repetimos cita. También me gustó Holy Fuck, aunque las hebras de su jersey fueran de otras ovejas lachas: Manchester meets dense dance. La idea que me sobrevolaba la cabeza era que si hubieran nacido en aquel decenio ahora estarían llenado estadios.

Otra buena estampa fue para Beach Fossils, grupo de chavales que han tenido que pedir permiso a sus padres para poder venir a Europa. Muy frescos, se llevan lo mejor del sonido fresco de los Drums y lo mejor de “cómo asimilar influencias” de los Pains. John Grant me sentó como un guante, un ibuprofeno folk a piano, más clásico que Ron Sexsmith. Y Los Triangulo de Amor Bizarro le zumbaron mucho y bien al suelo del Circulo De Bellas Artes.

Edwin Collins fue una victoria a los problemas, un ejemplo de superación. Pero la banda (con el batera Sex Pistol y Boz Boorer, el maestro de ceremonias de Morrissey) no me pareció tan sublime. Y su voz se resentía, por motivos obvios, en temas de Orange Juice. No sé, me invadió un poco la tristeza y me tuve que ir. Las canciones nuevas, eso sí, muy chulas.

Párrafo propio para Teenage Fanclub. Un concierto lleno de hits añejos, sobre todo del “Bandwagonesque” y “Grand Prix”. Con unas pocas, demasiado pocas, canciones de los últimos CDs. Una de ellas, “Sometimes I Don’t Need to Believe in Anything”, el tema de Gerard Love que abre el último “Shadows”, es la mejor canción jamás tocada en vivo por los escoceses. No meteré más caña (salvo que los comentarios del post me lo pidan :D), pero la gente que les había visto un par de veces salió  sin pisar el suelo.

The Rural Alberta Advantage me gustó más en disco que en concierto, dónde parecían unos Brand New Hippies:  Mac, batera y guitarra para una suerte de electrofolk que, desgraciadamente para ellos, me recordó a Mates Of State. Los Wavves, bien, gracias. Mejor cuando no jugaban a ser punks y metían un poquito de melodías.

Y en el cada vez más numeroso apartado de “fiesta del reverb gratuito”, Tamaryn demostraron que el dream pop norteamericano de los 90 sigue teniendo vigencia en sus mentes adultas, con un bajista sacado de algún catálogo de fotos de Givenchy, posando sin necesidad de flash. Y The Black Small fueron un jodido horror increíble. Que no había por dónde creérselo, vamos. Una fiesta de coleguitas de gym, popper y reverb.

Quedan los dos últimos premios, igual de importantes que el resto. En el apartado de “A tomarle el pelo a vuestra puta madre”, Eat Skull barrieron al resto por goleada. Sin llegar a tanto, Smoke Fairies fue de un monótono bastante reseñable, como ver el electro de un muerto. Y finalmente, en la categoría “Todo no se puede ver”, Tweak Bird debieron firmar el concierto del siglo, sea cual sea el que ustedes elijan.

3 comentarios en «Primavera Club 2010: Madrid, Madrid, Madrid…»

  1. Aqui en Barcelona sensaciones muy parecidas 🙂

    Me gustaron Yuck, Beach Fossils, Tamaryn (la cantante mas que nada) y el cierre sublime de Holy Fuck. Por lo demás, Los Massieras fiestaca, los Brandy molando a los presentes y Teenage Fanclub de delicatessen.

    Mención especial a The Rural Alberta Advantage, buen sonido, pedazo de batería y guapérrima percusionista!

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