Mikel Erentxun. Victoria Eugenia. 31/Enero/2008

Ayer asistí a la primera de las veladas que Mikel Erentxun va a ofrecer en el Teatro Victoria Eugenia de Donostia. Espacio al que sólo les faltaron algunos invitados para rozar el lleno en este primer día, estando los dos siguientes (hoy viernes y mañana sábado) a reventar.

Ambiente familiar, mucha cara amiga y compañera de fatigas agasajando al artista en esta cita multimedia que nos ofrecerá en el futuro CD y película de corte «documental musical de autor«. El jueves a la noche no vimos cámaras, pero el autor nos recordó un par de veces que ya le había dado al rec sónico tras el primer guitarrrazo.

Bueno, por partes, que guitarras hubo como si aquello fuera una subasta de Ebay. Muchas de caja, todas preciosas, todas lustrosas, varias que tan sólo se diferenciaban por el color de su cromado. Pero guitarrazos, los que se dice hacer vibrar la cuerda, los justos.

Y eso que los socios de Erentxun (con el comentario de sus pintas Patata batiría el record mundial de toques de balón) son de aúpa. Una banda, ya por disposición escénica (menuda fiesta de Vox y Twin reverbs) como por experiencia y enfoque, podría ser lo más cercano a Wilco o Catpower que se pueda montar por estas tierras y a la que le pesó, quizás por nervios, su actitud profesional frente a la expresividad musiquera.

Con unas melodías que todo lo….dirigían, los pétreos acompañantes “ensuciaban” el sonido de los temas repasados, actualizando el sonido al enfoque actual del autor. Demuestra Erentxun ganas de jugar con sus viejos temas, lo cual es aplaudible. Senperena se torna imprescindible en los fichajes de invierno (de hace muchos años) y la calidad del resto queda fuera de todo análisis racional. Pero, en algo que no les atañe directamente, tener tres guitarras sobre el escenario para que todas hagan lo mismo (y suave) no parece muy razonable, más allá de permitir que el vocalista pueda relajar sus manos cuantas veces quiera.

Queremos pensar que es algo positivo para la grabación del disco, donde se podrán ver esos matices. Porque en directo, ni los constantes cambios instrumentales del cantante tuvieron la más mínima repercusión sobre un sonido que comenzó “deslavazado es poco” y acabo de manera bastante noble.

Con un escenario abierto, de luces suaves alejadas de la vacua espectacularidad, la velada parecía un ensayo abierto. Y quizás lo fuera de alguna manera, ante la grabación del DVD y los invitados que hoy y mañana pisarán el escenario donostiarra.

Aquello parecía un paseo por el local de ensayo de Mikel. Con sus pequeños derrapes en los rasgados. Con sus pequeños, ínfimos, olvidos momentáneos, con el nerviosismo latente en los ejecutantes.

Pero a la vez que nos acercaba, había algo que nos alejaba. Una invisible tela nos separaba, intangible pero gruesa. Si ya lo decían los curas: “Si no hay comunión no vas al cielo”.

Los espectadores estábamos viendo un DVD con esa alegría palmera que nos caracteriza, Y Mikel parecía estar grabando una actuación de TV, con unos gestos y movimientos que no acababan de casar con el ambiente o el momento. Erentxun, un gozo para los fotógrafos, dio suelta a una expresividad de estadio en un teatro de 900 asientos: Apuntaba con la guitarra como Jonnhy Cash, contorneaba su cuerpo, se agarraba el pelo.

El ex Duncan le dio un buen repaso a su amado Morrissey. Contactado por lo bajini por el organizador, parece ser (siempre según fuentes oficiales) que los compromisos que tiene por Europa cobrando 195 euros por entrada hizo inviable que el británico americanizado pisara tierras vascas.

Si Stephen Patrick hubiera venido, hubiera tenido dificil elegir qué canción interpretar a duo. Además del excesivo homenaje (“Everyday is like sunday” y “There´s a light that never goes out” en una misma noche), más de 8 canciones comparten gustos, maneras, estructuras, dejes e inspiraciones con la carrera en solitario del ex Smiths. Vocalmente el local también hace piruetas que a unos disgusta tanto como a otros encandila, con unas letras que se han tornado costumbristas y donostiarras.

La lista de temas estuvo bien estructurada, con momentos tranquilos entre ratos acelerados. Y las dos horas de concierto no se hicieron pesadas

7 comentarios en «Mikel Erentxun. Victoria Eugenia. 31/Enero/2008»

  1. «Y eso que los socios de Erentxun (con el comentario de sus pintas Patata batiría el record mundial de toques de balón)»jajaja, yo es que soy muy fan de esta chica.. me río sólo de pensarlo

  2. Tengo varias dudas, señor Amor:
    ¿Con cuántos ojos y orejas, con sus respectivos oídos, acudió usted equipado al concierto?
    ¿Se (atercio)peló en el teatro?
    Al tiempo que escuchaba, ¿se le ocurrió algún tema nuevo para una de sus personalidades, el cantautor galáctico de origen italiano que usted gasta últimamente?
    Por preguntar.

  3. Pingback: Plan de Fuga (II)

Los comentarios están cerrados.