Giorgio Bassmatti: felizmente imperfecto.

[Seguimos con el repaso a las bandas del 2 de mayo en el Guardetxe de Donostia. Ahora le toca al más cercano de los ejecutantes, Giorgio Bassmatti, interrogado por Sir Marlon Brandy para este blog]

Con Giorgio Bassmatti uno nunca sabe. Lo mismo graba canciones en una tarde que se tira meses dándole vueltas a un EP. Y lo mismo se enrolla la manta a la cabeza y graba un videoclip para un improbable single de un hipotético segundo disco (¡antes de que salga el primero!) que ataca en abril una entrevista sobre un disco (“Apropósito”, a publicar bajo el sello de Birra y Perdiz) que no se espera hasta septiembre.

Bueno, la excusa lo merece: este domingo 2 de mayo formará parte del especialísimo cartel que adorna esta nueva cita del circuito Donostikluba. Desde las 6 de la tarde, y en la terracita del Guardetxe. Como haga sol, mejor ir cogiendo fiesta el lunes y el martes…

Pese a que enarbolas el amateurismo como bandera, desde tu entorno vemos mucha mayor implicación y altura de miras para el disco que está por venir.
Me alegro mucho. Manoukian está realizando un trabajo soberbio, en cantidad y calidad. Tanto, que por justicia, saldrá en la portada del mismo. Lo que tenía claro es que no quería un disco cantautoril, quería dejar mis canciones a otra persona para que les diera una vuelta a su manera y me enseñara, os enseñara, cómo sonarían con banda. La cosa mejora cuando es Yon Vidaur el que las maneja. Son 18 años desde que nos conocemos, tenemos más puntos -musicales- en común que el chico y la chica de Pimpinela. Me es más fácil trabajar con él que conmigo mismo. Y maneja un control absoluto no sólo de herramientas, sino de melodías y arreglos.

Pero también se le puede dar la vuelta: ¿no le estás dando demasiado vueltas a la grabación y mezclas, cuando tus canciones siempre han sido muy espontáneas?

Como comentaba antes, la cuestión es hacer una cosa distinta. No quiero hacer discos coñazo de compositor de guitarra y voz. Piensa en escuchar 4 minutos y medio por canción de un tío que rasga sin arpegios y canta. Si eres Nick Drake desearías que fueran 30 minutos por tema. Si fuera Elliot Smith, no menos de 15. Pero si eres Bassmatti, me respondo yo mismo y lo dejamos en 2:20.

De todas formas, es admirable tu anarquía formal: hacer un videoclip para una canción que saldrá dentro de dos discos, saltarte el dogma myspace, grabar las canciones con una webcam…
Suelo manejar muchas ideas a la vez, todas de forma absolutamente diletante. En ese momento mi siguiente idea era hacer un disco en euskera. La idea sigue ahí, pero no apuesten mucho dinero por ella a que sea la primera en hacerse. La webcam es lo que más a mano tengo y lo que más fácil es de controlar para grabar las canciones ipso facto y enseñárselas al mundo. Bueno, yo y todos. Pero los demás estáis condenados a la perfección. A ensayar, arreglar, cambiar, trastocar. Yo no siento esa necesidad para ser feliz. Ya tuve antes esa sensación vuestra, por lo que nunca acababa las canciones. Hice 2 en 8 años.

,Sí, pero a la vez que creo que es admirable, también lo veo muchas veces como un suicidio mediático.
Por lo que te decía antes. La gente tiene un concepto muy viciado, o dirigido. No sé cómo decirlo. Todo el mundo quiere ir subiendo, haciendo conciertos con cada vez más gente, en sitios más grandes, más a menudo. Que la rueda habitual le haga un hueco para su propuesta. Cuando era joven yo también soñé con eso. Es inevitable el sentimiento. Y muy emocionante, ojo. Ahora que soy menos joven, tan sólo pido mi hueco para divertirme como yo quiera.

Saldrá el disco, se moverá aquí y allá. ¿Y luego qué?
Luego igual hay otro. O igual no. Me gustan las cosas sin forma definida. Me acuerdo de un tío que empeñó toda su pasta en hacer un cortometraje, creo que sobre coches. Tuvo ese impulso, ese sueño, llevar a cabo su idea. Creo que no sabía nada de cine ni nada de eso. Y lo hizo. Of course, nadie se planteó que fuera a hacer otro. Así me tomo yo mis actos: conciertos, canciones, discos.

¿Cómo vestirás las canciones en directo?
Si llegamos a 3 o 4 Eps, pues igual me monto una banda. Hasta entonces, acústicos por bandera. Es una ventaja. Piensa que las semanas de concierto hago no menos de 3 temas nuevos que suelo tocar en esa fecha. Imagínate si tienes una banda: o son los jodidos curriquis que acompañan a Deluxe o no tienes nada que hacer. Además, pienso en la banda como en los términos antes descritos: parece que DEBO tener una, que DEBO presentar el disco, Que DEBO hacer giras largas. Bueno, pues igual las hago, o igual no.

Los conciertos que tienes por delante, ¿Serán también temáticos y únicos?
Sí, es la idea. Yo sólo sé escribir de las cosas que me pasan a mí, o que me han pasado. O historietas que yo imagino. Mi capacidad de abstracción es la misma que la de Kasparov en plena batalla con Deep Blue. En principio no tengo mucho interés en tocar canciones que ya he tocado, salvo algunas que me gustan por razones muy personales. Supongo que el de Donosti será más temático que el Bodegafest de La Rioja.

¿No están los Posies más vistos que el tebeo ya?
Sí. Pero es un combo de power pop, etiqueta que permite que los grupos puedan tocar 30 veces sin que nadie, ni fans ni ocasionales, se escandalice. Pero la verdad es que les deben de quedar tres paseos por el Peine para que les den el Tambor de Oro. Para mí es un planazo. “A Catholic Education” es uno de los tres pilares de mi vida, y los Posies una banda que siempre he adorado hasta el proselitismo. Ya entiendo por donde vas, pero al final puede ser también cosa de amores: ¿Si te ponen con la misma asiduidad a Yo La Tengo, a que no dirías nada?

Va una de escena: ¿es cosa mía o estamos viviendo, paradójicamente, el año más prolífico y fructífero en lo que a cultura se refiere en Donostia? Muchas cosas pequeñas -casi todas con éxito de público-, las que hemos defendido casi todos siempre, que dan una satisfacción interna a lo «teníamos razón». ¿Cómo lo ves tú?
Esto es una carrera de fondo que no tiene final. Ni debe tenerlo. Ninguna ciudad será culturalmente interesante cuando se retrate como tal. Servirá para un momento, pero deben venir nuevas fórmulas, nuevas corrientes, nuevos impulsos que harán palidecer a los anteriores «reyes».
Sí que es satisfactorio ver a gente -que no conoces- en eventos. Y no te digo ya si son conciertos propios. Significa, no me refiero a los míos exclusivamente, que la gente tiene interés, avidez, por descubrir cosas. Además, en Donosti tenemos varias marcas (Gaztemaniak, Donostikluba) en las que se puede confiar ciegamente por su nivel de acierto. Mira el otro día en Bear in Heaven, grupo desconocido, vas perezoso a birrear sin más y luego… la gloria bendita!!!!

Giorgio Bassmatti estará el 2 de mayo en el Guardetxea de Donostia, en el festival en el que también tocan Cheap Star, Muy Fellini y The Posies haciendo “A Catholic Educacion” de Teenage Fanclub

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