Evan Dando en Donostia: Miradas perdidas

Evan DandoLa Real Academia de La Lengua, en un intento de ponerle puertas al campo, define el magnetismo como “atractivo que alguien o algo ejerce sobre otra u otras personas o cosas.”

Sí, ésta le tocó al becario, que pasó de jugarse el tipo. Porque es una definición tan abierta que nos vale para explicar tanto los amoríos con los feos/feas como las siempre esotéricas intenciones de voto en las elecciones.

Aplicando el axioma a lo que hoy nos atañe, podemos afirmar que pulula sobre nuestros campos magnéticos un imán cultural verdaderamente inexplicable (a ojos de los gestores públicos, cuyas afeitadoras presupuestarias dejan en merchadising de los Lunnis los dedos de Eduardo Manostijeras).

Un miércoles cualquiera, los zombies pasean sus colmillos por la noche informativa, esos cuartos oscuros alejados de estadios y aglomeraciones, para dirigir sus pasos hacia salas ligeramente retiradas del centro de la ciudad y ver conciertos que, en su modesta e individual opinión, merecen apartarse de la televisión y otras alienaciones modernas. Y se entregan a la actuación de un telonero de oro, Chris Brokaw, aunque sea amablemente folk y en ocasiones árido cual bocata de cactus.

Aunque para zombies, el gigantón Evan Dando. Paseante por el barrio de Egía los minutos previos a su acto, andarín y algo apocado en sus contoneos, demostró que los artistas son de una pasta que ni se crea ni se destruye. Tuvo el cachondeo de vestirse una camiseta de Pilates tras una vida más que agitada. Falló uno de cada 4 acordes interpretados. Acabó las canciones como quien se acuerda que se ha dejado el gas de la cocina abierto. Mirando al infinito como esos amigos con los que compartes conversación y ves que están pensando en diseños de nanociencia. Y esa visión perdida incluye todo momento no cantado, entendiendo como tal el hueco que hay entre estrofas.

Y a pesar de todo eso, abandonamos la sala convencidos de haber presenciado un concierto memorable. La respuesta no está en el viento sino en el dichoso magnetismo…

Claro que en su caso hay un buen colchón – de canciones- en las que posarse. Ya sea como voz cantante de los Lemonheads o como autor de discos en solitario realmente atractivos (en esta categoría no entra su último CD, el alimentario “Varshons”), con la sola compañía de una guitarra de vagabundo y una voz maravillosa, atacando canciones preciosas como el “Different Drum” de Linda Ronstand, el norteamericano hizo que nos evadiéramos de la vida diaria sin necesidad de ansiolíticos ni las repetitivas músicas del Metrópolis 2016.

Por cierto, que las pegatas de la zona inferior de la madera con seis cuerdas que rasgó Dando harían las delicias de los abogados de la familia Chillida, por su similitud con el logo de la candidatura donostiarra a capital cultural europea. Y a dicha capitalidad llegaremos, si Dios y el jurado quiere, con la suma de grandes actividades y estas pequeñas obras diarias que tanto satisfacen a estos muertos vivientes y tan poco cariño reciben de los que entregan los talones para carreteras, polideportivos y “Estudios sobre la entelequia occidental y su aplicación a la Máquina Herramienta”. Harapientos ciudadanos (a ojos del gran público) para quienes la siguiente gran cita no es sobre un césped y con miles de voltios atronando nuestros oídos, sino en la oscuridad y pequeñez de un bar de barrio. Y que dure, colegas.

21 comentarios en «Evan Dando en Donostia: Miradas perdidas»

  1. Amén!

    Y nuestro ayuntamiento lanzado a la ca(s)pitalidad Europea con la programación del kursaal 2010: Pereza, Luz Casal y Miguel Ríos…Y iuchu of course, en año par y el boss en impar…
    Por lo menos asoma un B.Biolay el 12 de Mayo, pero bueno, que lo tenemos un poco visto ya…

    Próximas citas, Six Organs of admittance en Mogambo y el Curits Maynfield blanco en Hondarribia…

    • A lord Bishop y su sombrero grotesco lo vi hace poco en Berlin. Es un puto animal, no suelta la botella de jack daniels ni para reciclarla. Si uno está en primera fila (al loro fotero) te enchufa la botella y a tragar guiskitxeli.

    • La búsqueda de colaboraciones en el mundo de la empresa privada deberían ir por campos farmaceútcios: Esponsorización de Bayer, un festival montado por Almax….

  2. Eitzel, qué exageración con lo del Curtis Mayfield blanco. Mayer Hawthorne es un chico molón pero poco más (por ahora).

    Anyway, lo que me sorprende es que pueda terminar lo del Gaztemaniak pues en general acude gente, ya sea por los precios populares o porque realmente hay afición a la música en directo. Si algo funciona, ¿por qué acabar con ello? Está claro que dinero hay lo que pasa que ahora es prioritario destinarlo a otras causas. ¿Habría posibilidad de que el sector privado hiciera el relevo en la organización de conciertos de este corte?

    • Eso es lo que pretenden, creo. Debería ceder los sitios sin coste, pero no sé si es posible.

      Piensa que las subvenciones permiten bajar PVPs, por lo que sin pasta los precios serían mayores, y la gente quizás tendría menos alegría para ir.

  3. Que será de nosotros el proximo año?
    Con que cara vamos a mirar a los Bilbainos cuando nos digan que ellos han visto talpeasogrupo? Si aun la Real estuviera en Primera… pero es que ni eso!

    Solo por honor y orgullo hay que salvar esto

  4. No no, si voy a ir a verlos.
    Me refiero en general.
    Que todos sabemos del nivel de artistas que traen en «el centro del mundo» y para algo decente que podiamos ver por aqui van y nos lo quitan. Es como dejar de darle la teta a un bebe. Se tendra que acostumbrar y despues beberá leche de tetra brik.
    Ahora la pregunta es, cual y como sera esa leche de tetra brik que nos den?

  5. Sobre los teloneros:

    1) En principio iban a tocar con Lemonheads.

    2) Cuando se supo que no eran Lemonheads sino Evan Dando, se valoró, junto a la organización, si pegaba un conci eléctrico antes que uno acústico, y se acordó que no. Así que se cayeron del cartel.

    3) El cartel nunca se anunció oficialmente como Lemonheads + Brandy Hips, pero la liebre ya había saltado, y volvera a enjaular ha sido difícil, hasta el punto de que ha sido, seguramente, nuestro concierto más anunciado. Ni los intentos de Sergio Cruzado ni los míos han valido para corregir la información.

    4) Algunas entradas compradas en taquilla rezaban «Brandy Hips»: eran las 40 primeras que se hicieron.

    5) Si los damnificados por este malentendido (gente que subió a ver a Thee Brandy Hips) han sido más de 3 -yo conozco dos-, habrá que hacer algo por compensar, toda vez que mi ego se hincha con este detalle 😀

  6. Ok, entendido. En mi entrada comprada con antelacion en la oficina de kutxa, a fin de ahorrarme los 0,70 euros de robo-comisión figura «THE LEMONHEADS». Se debería ser rigurosos con los business y no vender (amasar dinero) sin antes saber quien va a tocar.

    En fin, algunos ya hemos aprendido.

    SALUDOS

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