El catecismo del profeta

Tratando de buscar la línea argumental para esta crónica, me viene a la cabeza constantemente la idea de amistad. Que así dicho queda cursi, pero que si uno piensa en lo que fue la tarde-noche del domingo, no queda más que afirmar que fue una pequeña gran reunión de amigos. El público entre sí, las bandas entre sí y finalmente, a ritmo de “Solar sister”, todos juntos para hacer del domingo el nuevo jueves.

Comenzó Giorgio Bassmatti como suele. Esto es, convirtiendo cada aparición púbica en un momento modestamente especial, tirando de lo doméstico para hacernos sentir esta vez como si la terraza del Guardetxe fuese la nuestra propia. Nos recibió con café y magdalenas, para desgranar a continuación una primera parte del repertorio íntegramente en euskera, que hubo que pasar a cubierto con la aparición de algunas gotas puñeteras.

Dentro el buen rollo se desató entre los presentes, con cartelitos de puntuación, comentarios entre canciones y risas. No tengo claro si anotar ésto en el debe o en el haber, pero Bassmatti cantó mejor que nunca y, en fin, alimentó una vez más esa magia de lo pequeño de la que muchos hacemos religión.

A los últimos acordes de Bassmatti llegaron curiosos los chicos de Muy Fellini, intuyendo quizá que su propuesta iba a dejar a la del donostiarra por descacharrada. Y es que tras unas maneras y un sonido profesionalísimos se esconden canciones que tan pronto citan al Neil Young del Zuma como juguetean con melodías vocales arquetípicamente indies, fijándose mucho más en Deluxe que en Jota, por poner dos nombres.

De ir subiendo la intensidad de la noche se encargaron los franceses Cheap Star con una propuesta de manual: power pop como mandaba la noche, a-la Posies-Teenage Fanclub, pero fallaron en el meollo de este asunto, las canciones. La versión de “September Gurls”, tan reveladora como previsible, les quedó apañada y terminó de poner a tono a los yonkis de la melodía que a esas horas de la noche ya apurábamos zuritos que nos querían colar por cañas, en precio y en centilitros (en Gazteszena te servirán pis, pero al menos es un buen cancarro de pis).

Y, en fin, que la noche ya estaba a punto, prácticamente estaban todos los que son en el público, y sólo quedaba que los Posies rematasen la faena. Y para sorpresa mía, lo hicieron con altura, instalados en el sobresaliente y tocando el cielo de lo histórico en un par de momentos concretos. Resulta que “A Catholic Education” es un disco muy convenientemente reivindicable en estos tiempos de ruidismo guitarrero, tiempos todavía instalados en el epatante lo-fi pero que probablemente acaben derivando otra vez hacia ese pre-grunge del que Mudhoney eran una punta, y estos púberes Teenage Fanclub seguramente la otra.

La historia siempre vuelve para repetirse, Auer y Stringfellow lo saben y este concierto me supo más al catecismo del profeta que al truco comercial que me sugería a priori. Con un volumen demencial, excelente pericia técnica y una actitud que pasó por alto la pequeña parroquia que se había reunido, los Posies taparon todas las dudas que habían plantado en el Donostikluba de hace dos años. Y, en fin, ese “Solar sister”, ya en un bis de cancionero propio, pasa a la historia de los pequeños grandes momentos de la historia musical de esta ciudad.

13 comentarios en «El catecismo del profeta»

  1. La foto es del Humilde Proust del Pánico, as usual.

    Y sí, lo de la autogestión y las cervezas clama un poco al cielo. Al cielo de los jetas, i mean. El «cañón» era para los pigmeos que suelen ir a sus reuniones multiculturales, ¿no?

  2. No sé cuanto hacía que no disfrutaba tanto una canción en directo como el domingo con Solar Sister… Qué momentaso!

  3. Dentro de la pedantería habitual de don Marlon tengo que decir que me gusta la crónica. Una pena no haber podido asistir al evento y ponerme ciego a magdalenas.

  4. loveof, debería usted crear una cabecera (titular+firma) especial para los colaboradores, pq es imposible saber quién lo ha escrito (ese nonbrecito en gris es invisible a los ojos humanos y a los míos). Ya me extrañaba que fuera usted capaz de recordar tanto y tan bien del domingo pasado.

  5. Sí, es cierto, Dancin. A ver cómo lo hago, quizás una firma en negrita al acabar el texto….

  6. por partes

    el sitio, guardetxe, lo lleva una asociación que se autogestiona con nuestra autosugestión (cervecera) y más cobros que se me escapan

    El que quiera montar concierto, suele pagar algo por alquiler de local.

    Los Posies son los que hacen que el coste de la velada suba. Eso, y las 39 toallas blancas que pide Bassmatti.

  7. De todos modos tampoco hicieron mucho negocio porque la mitad de los asistentes ( o mas) entramos by the face…

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