Felizmente invadidos

Era la hora de la siesta de un día que había empezado muy pronto, saludando a quienes dejaban esas discotecas que aún ofrecían bebidas, luces y deseos. Tras un divertido lunch, bien armado, tumbado en una acogedora casa en la que no pararon de actuar los distintos elementos de la última invasión británica de nuestra … Leer más