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Año: 2017

Amateur: un concierto precioso

Intérpretes: Mikel Aguirre (guitarra, voz), Jose Luis Lanzagorta (teclados), Iñaki De Lucas (batería), Fernando Neira (bajo), Paúl San Martín (teclado), Joseba Irazoki (guitarra). Lugar: Teatro Victoria Eugenia (Donostia). Día: 28 de diciembre. Asistencia: unas 450 personas.

“Qué bonito”, se escuchaba en los pasillos del Teatro Victoria Eugenia al acabar el concierto de la banda donostiarra Amateur. Llevaban razón quienes así opinaban. Fue una actuación emotiva y elegante. Por los innumerables invitados, y por las fantásticas canciones que escuchamos en la cita. La formación pareció contagiarse de dicha felicidad. “Tocar aquí es un sueño hecho realidad”, dijo en un momento de la noche Mikel Aguirre, el cantante y antiguo miembro del grupo La Buena Vida.

Él y otros dos socios de aquella banda (Jose Luis Lanzagorta e Iñaki De Lucas) decidieron montar este proyecto para acabar lanzando hace unos meses “Debut!”, un álbum cuya inspiración gira alrededor del desaparecido músico Pedro San Martín. Y quien quiso conmoverse con el recuerdo tuvo varios momentos para hacerlo: “San Martin Blues”, “Fueron buenos tiempos” o ese dedo señalando al cielo en “El Golpe”. Pero más allá de evocaciones líricas, Amateur tiene melodías clásicas que emocionarían hasta al hombre de hojalata. Desde las muy buenavideras “Un cabreo pasajero” o “Atardecer #74” hasta el amor por Burt Bacharach en gemas como “Pendiendo de un hilo” o “Te vas”. También hubo The Beatles para dar y regalar (la versión “Free as a bird”, “Será verdad”).

De la larga lista de invitados destacaremos la labor a los coros de Virginia Pina y Amaia Intxausti, el nervio del veterano bajista Carlos Subijana, el “canalleo” innato de Rafael Berrio o el arte de Diego Vasallo para hacer suyo un tema ajeno. La banda y sus acompañantes habituales (Joseba Irazoki. Paúl San Martín, Fernando Neira) mantuvieron la excelencia habitual. Y sí, el concierto fue realmente “muy bonito”. A veces las palabras más simples se bastan y se sobran para explicar momentos maravillosos.

Rrucculla: El futuro ya está aquí

Intérpretes: Rrucculla, II Kris GM. Lugar: Sala Dabadaba (Donostia). Día: 23 de diciembre. Asistencia: unas 50 personas

Han pasado ya unos días desde el concierto, pero la cabeza sigue girando con alegría intentando gozar de cada momento y cada sensación. La protagonista de la noche venía con buena prensa, y un currículo que incluía presencias en festivales tan potentes como Primavera Sound y BBK Live, dos de los mayores mastodontes musicales estatales. Y para gozo de primerizos y fans, la vizcaína Izaskun González -nombre real de la artista Rrucculla- cumplió los pronósticos y se aupó como gran artista que en 2018 se debe colar en círculos más populares aún. Si esa zona “popular” gozara con la experimentación, claro.

Tras un buen set telonero de II Kris GM centrado en el rollo crooner lapidario, los sonidos de la naturaleza, las voces usadas como instrumentos y con una lista más marcada por momentos que por canciones, llego el momento esperado del que sustrajimos una conclusión clara: Rruccula debería ser ese siguiente pelotazo no sólo por su edad, 23 años, pero también por su edad. Manejar tantos referentes tan bien y tan pronto es cosa de unos pocos elegidos.

La creadora de Barakaldo, tímida hasta ocultar su voz entre efectos de voz “pitufa”, no tiene ninguna vergüenza a la hora de mezclar en su bol musical estilos como el hip hop instrumental, el jazz o el drum&bass sin más intuición que la de su mente. Un collage inmenso basado en samplers propios y ajenos, colorista a rabiar como buena fan de Kandinsky que es, libre como caer sin paracaídas y sin temores. Con voces pregrabadas y mutadas hasta sonar aflautadas que iban desde el famoso “Aserejé” de Las Ketchup (¿para alguien de su edad eso es música “oldie”?) al villancico pasando por momentos trap.

Un bombardeo de sensaciones aceleradas, impactos soberbios y mezclas sorprendentes. La única pega fue precisamente ese imparable cañoneo de ideas, el cual pareció fatigarse en la parte final del evento por pura insistencia y diversidad. Pero eso nos pasa hasta con nuestros pasteles favoritos, así que tampoco es que sea nada grave.

Párrafo aparte merece su actuación a la batería, solapando sus golpeos sobre su propia música. Un set intercalado en el evento con, a mi gusto, pocas apariciones. Porque su juego con las baquetas es fantástico. Lejos de acompañar el fondo con ritmos más o menos sencillos o manidos, las muñecas de Rrucculla crean sobre los parches otro mundo creativo. Sincopando los ritmos, parándolos y rompiéndolos, retomándolos con gestos casi hipnóticos. Si la cosa sigue el camino transitado hasta la actualidad a esta vasca la podrían ver en el futuro en la zona de percusiones de un set de Marc Ribot o acompañando a Kendrick Lamar en sus amalgamas hip hop. Un consejo final: Si tras las cuchipandas navideñas les recomiendan tomar más verdura, elijan esta hortaliza de la Margen Izquierda. Le sentará de perlas a la vertiente cultural de su organismo.

Especial navidad: un fin de año musicalmente espectacular

Los amantes de los conciertos cuentan con innumerables opciones los últimos días del año en Donostia.

“Vuelve, a casa vuelve, por Navidad”, el eslogan de aquel anuncio turronero, parece también contar con otras consecuencias culturales. Mirar la agenda donostiarra de estas jornadas, construida también para llenar el ocio de quienes vuelven a su ciudad en estas fiestas, es pegarse un fantástico atracón de actividades. Abundan los solapamientos en los dietarios gracias a un menú jugoso y diverso que incluye pop, rock, música electrónica y folk moderno.

La parranda comienza hoy mismo. Atom Rhumba (ver entrevista en la página adyacente) y Jorge Drexler aterrizan en la capital guipuzcoana. El argentino actuará en el Kursaal con su espectáculo “Salvavidas de hielo”, título de ese último disco en el que todo, todito, todo ha sido grabado con la guitarra y sus distintos componentes: Las cuerdas, la caja de madera, la piel de un banjo, el metal de un dobro… El resultado, experimental y muy rítmico, es un trabajo lleno de melodías atractivas. Y haya calma, irredentos, que el concierto se anuncia bajo formatos y sonidos más habituales. La tercera pata del asiento de eventos de la jornada se completa con la actuación de los guipuzcoanos White Towels Blues Band en Tabakalera.

Mañana sábado será el tiempo de la electrónica, con la explosíón creativa de la vizcaína Rrucculla. Una joven autora que ya ha tenido tiempo de llevarse tres premios en el prestigioso certamen Villa de Bilbao y tocar en sitios tan relevantes como el Primavera Sound o el cercano BBK Live. Y a quien le gusten ese hecho tan donostiarra de “ir de picoteo”, la gente de Katapulta ha montado su segunda muestra interdisciplinar de creadores vascos. Una fiesta diurna en Tabakalera en la que además de actuaciones musicales habrá películas, danza, ilustración y teatro.

Tras los días familiares de opíparas comidas y llegadas de Olentzero la agenda vuelve a llenase de interesantes actividades. La banda zarauztarra Lou Topet cerrará la gira de su disco “Pete Seeger gogoan” el 27 de este mes. La segunda de sus muescas sobre canciones ajenas pasadas al euskera con la ayuda de Harkaitz Cano, una colección inaugurada con la elegante colección “Abesti Bat Gutxiago”, se centra en la interesante carrera musical del cantautor Pete Seeger. Ese mismo miércoles India Martinez acercará su “tour secreto” al Kursaal. Su pop de inspiración intimista y aires aflamencados hará las delicias de los amantes de la música radioformulera más sensible.

El Día de los Santos Inocentes no es ninguna broma si nos referimos a los conciertos que se celebran en San Sebastián. Por una parte los donostiarras Amateur presentarán su disco “¡Debut!” en una fiesta con infinidad de invitados del pasado y el presente de aquello que se llamó “Donosti Sound”. Los antiguos componentes del grupo La Buena Vida echan mano de algunos compadres para aderezar sus canciones: Diego Vasallo, Rafael Berrio, Joserra Senperena y Jaime Stinus, entre otros, se subirán al escenario del Victoria Eugenia.

El calendario actuante del jueves se completa con Maria Arnal y Marcel Bages. La pareja es una de las irrupciones más potentes y fascinantes de la escena pop nacional. Ahí está su inclusión en las listas de lo mejor del 2017 de las revistas más modernas. Su música es una feliz colisión de sonidos que van del folclore, el fado o la vanguardia al pop independiente y el traqueteo con los loops. Les acompañará Amorante, otro culo de mal asiento en este mundo de bucles sonoros y el folk en su acepción más aperturista.

El 29 de diciembre chocarán dos pesos pesados del pop nacional. Por una parte nuestro Mikel Erentxun desplegará las canciones de su álbum “El hombre sin sombra” en el Victoria Eugenia tras haber visitado Sudamérica a comienzos de este mes. El autor local anuncia “canciones escondidas e invitados inéditos” en lo que seguro es otro gozoso repaso a su amplia discografía pasada y presente. También el viernes Angel Stanich lanzará su arsenal melódico en la capital guipuzcoana. Su fama va pareja al crecimiento de la barba que se gasta en las fotos promocionales, y ya es un habitual de los festivales veraniegos, repitiendo presencia en la ciudad justo un año después de su última parada también navideña. A medio camino entre el pop, el rock y el indie, las canciones de este santanderino remiten a Pereza o Quique González y remarcan el lado más festivo y canalla de estas citas nocturnas.

Entre los guitarrazos de uno y otro se colará la actuación de la formación Naica en la sala Kutxa Kultur de Tabakalera. Los de Hondarribia son el mejor ejemplo de estos retornos vacacionales navideños (su bajista vive en Londres), y aprovecharán la fecha para presentar su escurridizo disco “Rara avis”, un bello paseo por el pop melancólico que en esta ocasión llegará acompañado de instrumentos de cuerda.

Los fastos musiqueros del 2017 se cierran el 30 de diciembre. Ese día la vitalista agrupación guipuzcoana Sky Beats unirá fuerzas con el teclista Paul San Martín para interpretar las canciones de sus dos álbumes y presentar algunas de las nuevas composiciones. Y como remate sabatino, la cita con las nuevas promesas del pop independiente personificada en la actuación de los grupos pamploneses Ex-Novios y Melenas. Los primeros acaban de editar su primer disco, un fantástico homenaje al pop británico y la sicodélia pasada de reverberación. Característica esta última que comparten con la otra banda del cartel, las cuatro chicas del combo Melenas, mucho más garajeras que sus convecinos.

La copiosa actividad no para con el cambio de calendario de pared. Para las primeras semanas del 2018 se anuncian reseñables homenajes a Tom Petty, a Delorean deconstruyendo las canciones de Mikel Laboa, el jolgorio del London Afrobeat Collective o el ciclo de cine documental musical Dock Of The Bay, con sus sesiones de DJ y veladas musicales (Kokoshca). ¡Felices fiestas y prospero concierto nuevo!

Libe: calma y tormenta

Interpretes: Atxus Acosta (bajo), Dani Arrizabalaga (batería), Txus Billalabeitia (guitarra), Jon Basaguren (guitarra), Libe García de Cortázar (teclados, voz). Lugar: Sala Dabadaba (Donostia). Día: 15 de diciembre. Asistencia: unas 50 personas.

Había ganas de ver en directo las nuevas canciones de la gazteiztarra Libe García de Cortázar, melodías empaquetadas bajo el título de “Ilargia erori da”. Lástima que el deseo se hiciera acompañar por clima atmosférico bastante perruno y aquello acabara quedando algo desangelado. Apenas cincuenta personas, dispersas y alejadas del escenario principal como mandan los cánones de asistencia vascos, en un concierto que contó con la colaboración de la Fundación SGAE.

En Libe, el grupo, parecen convivir dos pasiones musicales. La primera, muy presente en el debut discográfico, es una sección potente y contundente, la que la gente disfruta de parranda, que tiene su nacimiento en el rock y aflora en los estribillos con pegada. Y luego hay otra, desarrollada en este nuevo disco , más interesante y peculiar. Cercana a Portishead y similares, más íntima y calmada en las composición, con los dos pies bañándose en la melancolía, más complicada de ver a banda completa en nuestros conciertos. Huelga decir cuál de las dos nos erizó el vello la noche del pasado viernes.

Así, el arranque con “Ilargia erori da” y “Urratsak” nos permitió disfrutar del lado más onírico de esta formación en la que actúan buena parte de los miembros del combo Izaki Gardenak, quienes se subieron al tablado del Dabadaba en riguroso negro textil. Sugerente y distinguida, la zona más vaporosa del evento permitió también atender a la gran voz de la cantante principal, calmada y fuerte, con tensión pero sin llegar al manido grito. Un cantar que hizo de empaste entre las secciones de calma y tormenta antes descritas. Vertientes que se abrazaron con acierto en temas como “Orbitan” y “Maitasun kuantikoa”. El grupo se despidió con un toque de elegancia, cerrando la velada con una canción instrumental (“Doinua”).

Mueran Humanos: punk interruptus

Intérpretes: Mazmorra, Mueran Humanos. Lugar: Sala Dabadaba (Donostia). Día: 8 de diciembre. Asistencia: Unas 50 personas.

A veces las cosas no acaban de la manera que uno habría deseado. Te puede suceder con una cita de Tinder, un partido de fútbol de cuartos de final de Copa o un concierto de música. Así, acudimos gozosos a un evento musical de términos bien tétricos (synth, punk, industrial) y grupos cuyos nombres forrarían carpetas de jugadores de rol y/o enterradores (Mazmorra, Mueran Humanos), esperando disfrutar de una noche aterradora. Y la cosa acabó en sustito avant-garde no más.

Mazmorra son un trío de arte y ensayo de Bilbao con un personaje conocido en las programaciones musicales (Borja Serra), un bajista y una cantante a caballo entre el aria y el sentimiento pop. En un momento de optimismo les vimos tendiendo un puente entre Joe Crepúsculo y Aries. El resto del tiempo navegaron por el dub y la oscuridad sin llegar a contagiarnos la depresión que buscaban transmitir.

La extraña pareja argentina Mueran Humanos (él parecía sacado de un póster de Eskorbuto) llegaba con mayores galones. Han actuado en el festival Primavera Sound, y ahora andan de gira con el grupo The Horrors. Y bien que comenzaron los zagales, soltando la estopa de sus pregrabados en temas góticos de corte punk impactantes y turbadores. Lastima que el equipo fuera desinflándose con el paso de los minutos.

No es que los temas pausados cantados por la dama del grupo fueran feos. Ni mucho menos. Sus creaciones, similares a las de la banda sonora de “Drive”, fueron de lo mejor de la noche en términos de emoción, oscuridad y elaboración. Pero el concierto pareció contar con una lista de canciones elaborada de manera inversa, con lo mejor al principio. Una pena que al final la angustia vital futurista esperada se quedara en algo similar a las brujas con escoba en el tren del terror.

Las Odio: parranda pop

Intérpretes: Serpiente, Las Odio. Lugar: Sala Dabadaba (Donostia). Día: 2 de diciembre. Asistencia: unas 130 personas.

Noche de chicas la del pasado sábado en Donostia, con Serpiente y Las Odio como bandas protagonistas. Las primeras llegaron desde Bilbao y culebrearon sobre las virtudes de la palabra “amateur”. Términos que implicaron falta de vergüenza, libertad compositiva e imperfecta frescura.

Lo de Las Odio fue más profesional, aunque para el bis tuvieran que repetir temas ante la falta de ropa en la maleta de canciones. Las Bangles del pop patrio sonaron pulcras, impactantes. Y tan activistas como parranderas. Poco importaba pegarle al punk, lo yeyé, el surf o el garaje. Todo encajó a las mil maravillas en el guateque. Con espacio para el vacile (su “Indiespañol” sonó rumbero) y las versiones (‘Pesadilla en el parque de atracciones’ de Los Planetas), su propuesta es ideal para las noches de fiesta.

Rafa Rueda: cristal oscuro

Intérpretes: Rafa Rueda (guitarra, voz), Jaime Nieto (bajo), Txus Aramburu (teclado), Ander Zulaika (batería): Lugar: Sala Club del Victoria Eugenia (Donostia). Día: 24 de noviembre. Asistencia: lleno, unas 75 personas.

Tras colaborar como lugarteniente o sargento en distintos proyectos musicales (Mikel Urdangarin, Lou Topet, Rafael Berrio) y haber capitaneado el puntual regreso de su primer grupo (TT.LT), Rafa Rueda volvía al mundo de los discos en solitario con “Hiri Kristalezkoa”. Título que conforma un bonito juego de palabras en euskera traducible como “ciudad de cristal” o “A ti, que eres de cristal”.

Y así, mientras la ciudad bullía ante la enésima fiesta de los descuentos y compras pre-navideñas, Rafa y su trío arrancaban el concierto de presentación de la gira con varias de las canciones íntimas, urbanas y solitarias de su último trabajo. En “Angel” electrificaron los ambientes neoyorquinos de Bowery Electric. En “Nahikari” y la contagiosa “Jon” se pudieron ver posos de Fountains Of Wayne, mientras “Roy Batti” brilló en el primero de los “crecendos” destacables de la noche. Un estilo de composición, de menos a más, que también destacó en la balada de timbales “Eleonora”.

“Little Cowboy” hizo las veces de atractivo single, jugando la posterior “Printzesa” a ser el reverso optimista y vital de esta. Las letras de unas y otras, muy bien cantadas por Rueda, correspondían a ilustres de la escena como Harkaitz Cano, Leire Bilbao, Miren Amuriza o Unai Iturriaga.

En la velada también hubo espacio para interpretar canciones en solitario (“Bi muxu”), divertirse con los ocasionales desajustes, ejecutar tonadas sobre la guerra que encogían el corazón y recuperar viejos éxitos soleados. Y tras noventa minutos de actuación la banda se retiró a pasear, intuimos que felices por el trabajo bien hecho, por esa ciudad tan oscura y tan inspiradora.

Rural Zombies: oscuros bailes

Intérpretes: Julia Urreaga (voz), Manu Rodríguez (guitarra), Luken Etxeberria (guitarra), Marcos Pérez (bajo), Aratz Etxeberria (batería). Lugar: Sala Dabadaba (Donostia). Día: 18 de noviembre. Asistencia: Lleno, unos 150 espectadores.

Nuevo llenazo en la sala Dabadada en lo que debe ser el “nuevo día de paga” en la región (hubo hasta tres conciertos en Donostia con las entradas agotadas). En lo que a nosotros nos toca los protagonistas fueron cuatro muchachos y una cantante llamados Rural Zombies y precedentes de Zestoa.

La ciudad de las aguas medicinales también es un vivero de músicas actuales, siendo este quinteto uno de los de mayor proyección de la villa guipuzcoana. Estos jóvenes “zombies” comienzan a colarse en festivales veraniegos de postín ( BBK Live, Kutxa Kultur, Jazzaldia) gracias a su calidad y la incitación al baile. Y ahora tocaba disfrutarlos bajo techo y con un sonido equilibrado. Todo estaba bien dispuesto para escuchar las canciones de “From Home to Hospital St”, el disco que verá la luz a principios del 2018 y que este fin de semana tocaba presentar cerca de casa.

El resultado fue curioso, pero no tan extraño. Mientras las nuevas canciones están a años luz de las antiguas, fue en estas últimas cuando la muchedumbre consiguió menearse un poco. Al gentío le gusta haberse estudiado la lección antes de ir a la parranda. Y es una pena, porque el salto de calidad del grupo es fantástico.

Las nuevas entonaciones les alejan de sus compadres (Belako, Grises) y les permiten indagar en un mundo de pop oscuro y sintético que no desentonaría en las listas de éxitos británicas. Fue imposible no acordarse del legado de The Cure en muchos momentos, una fórmula a la que estos guipuzcoanos añadieron guitarrazos y ritmos vivos. Con un par de temas – perdón por la ausencia de títulos, el disco aún no se ha publicado- de estribillos poderosos que se aprovechaban del efecto crescendo para instalarse directamente en tu lista de éxitos personal. A destacar la fantástica voz de Julia Urreaga. Potente y sentida, fue la gran gran protagonista de la velada. Y ya para nota: Al acabar su concierto pusieron directamente el “Sabotage” de Beastie Boys para aplacar las posibles solicitudes de bises.